La Unión Europea (UE) causó revuelo en todo el mundo luego de oficializar la vigencia de la primera ley mundial para regular la inteligencia artificial (IA). Este 1 de agosto de 2024, la Ley de Inteligencia Artificial tiene el propósito de fomentar la innovación tecnológica y limitar los potenciales abusos de esta poderosa herramienta.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció en su cuenta de la red social X lo siguiente: «Hoy entra en vigor la Ley de Inteligencia Artificial. Se trata del marco pionero de Europa para una IA innovadora y segura». Esta normativa busca no solo proteger a los ciudadanos, sino también apoyar a las pymes y empresas emergentes en el desarrollo de soluciones de IA de vanguardia.
Evaluación de riesgos y derechos fundamentales
De acuerdo a la representante de la Comisión Europea, esta herramienta normativa que regulará a 27 Estados miembros “impulsará el desarrollo de una IA en la que los europeos puedan confiar”.
Vale mencionar que la mayor parte de la legislación se aplicará a partir de 2026 pero algunas disposiciones ya serán vinculantes el año que viene.
La norma adopta un planteamiento “basado en el riesgo” e impone a los diversos sistemas de IA limitaciones proporcionales a los peligros que plantean a la sociedad.
Asimismo, los sistemas que sólo presenten un riesgo limitado estarán sujetos a obligaciones de transparencia muy leves, mientras que los de alto riesgo, utilizados por ejemplo en infraestructuras críticas, educación, recursos humanos o aplicación de la ley, estarán sujetos a requisitos reforzados antes de ser autorizados.
Estos requisitos incluirán por ejemplo un control humano, el establecimiento de una documentación técnica o la puesta en marcha de un sistema de gestión del riesgo.
Las prohibiciones serán raras y atañerán aplicaciones contrarias a los valores europeos, como los sistemas de calificación ciudadana o de vigilancia masiva utilizados en China.
Aprobación de la normativa
El nuevo reglamento fue adoptado por los 27 Estados miembros de la UE el 21 de mayo tras ser adoptado por el Parlamento Europeo con una amplia mayoría.
Los legisladores de la UE llegaron a un acuerdo sobre este texto en diciembre, tras difíciles negociaciones en las que algunos países, como Francia, temían una regulación excesiva que amenazara el desarrollo de este sector.