Este sábado 22 de abril se celebrará en todo el mundo el Día de la Tierra, una fecha que tiene como objetivo incentivar la protección de los recursos naturales y el llamado a la acción para que cada persona contribuya a la protección del planeta, mediante acciones como la reducción del consumo de energía y agua, el reciclaje y la reutilización de materiales y la promoción de la agricultura sostenible.
Esta fecha, establecida en 1970, buscar crear conciencia sobre los problemas que enfrenta el planeta actualmente, como el cambio climático, la contaminación del aire, agua y suelo, la pérdida de la biodiversidad y la deforestación. Es una oportunidad para recordar que todos tenemos la responsabilidad de proteger nuestro hogar y cada pequeña acción cuenta para crear un mundo más sostenible.
¿Por qué se celebra el Día de la Tierra?
El Día de la Tierra, también llamado Día Internacional de la Madre Tierra, fue impulsado y creado por la ONU mediante la resolución 64/196 el 21 de diciembre de 2009. Este documento refleja la preocupación de los países por el daño ambiental y los efectos negativos en la naturaleza provocados por la actividad humana.
En 1970, activistas en Washington eligieron el 22 de abril como fecha para una protesta en defensa del medio ambiente. El senador de Wisconsin, Gaylord Nelson, ya estaba organizando campañas para la protección del planeta desde una década antes y en 1969, organizó una manifestación a la que llegaron 20 millones de personas. Aunque se llevaron a cabo estas acciones, finalmente se estableció oficialmente a esa fecha como el origen del Día de la Tierra.
¿Cómo se celebra el Día de la Tierra?
Si usted desea unirse a la celebración del Día de la Tierra, lo puede hacer de diversas maneras, ya sea de manera individual o colectiva, como por ejemplo, participar en actividades de limpieza y reciclaje en la comunidad, promover la conciencia ambiental compartiendo información y consejos sostenibles en redes sociales y en la comunidad, organizar una jornada de siembra de árboles, fomentar la reducción del consumo de energía y agua mediante la instalación de tecnologías más eficientes y la promoción del uso de transporte que no contamine, como bicicletas o caminar en lugar de conducir vehículos.