Representantes de distintas comunidades del Canipaco, en Huancayo, exigieron este martes el cierre definitivo de la minera Corihuarmi, cuestionada por la contaminación del río La Virgen y otras fuentes de agua, como parte de sus actividades de extracción de oro.
Según el presidente de la comunidad de Palaco, Melitón Bello, la contaminación ha afectado las lagunas y ríos adyacentes a su comunidad, que tomaron una tonalidad rojiza debido a los relaves. “Nos sentimos perjudicados por esta empresa”, expresó.
Por otra parte, Prisiliano Cano Pomayay, presidente de la Federación de los pueblos indígenas de la zona sur de Huancayo y el norte de Huancavelica mostró su preocupación al indicar que este es un problema ambiental que afecta la vida de los pobladores, tanto en lo social, en la salud y la economía.
Y eso no es todo, representantes de la Comunidad Campesina de Chongos Alto denunciaron que la biodiversidad de la laguna Yanacocha y río Chacote está prácticamente muerta, y que no hay presencia de truchas y otras especies que antes abundaban allí.
Bello detalló que algunos minerales presentes en la extracción y separación del oro, como el cianuro, representan amenazas a la salud de la población y a ello atribuyó los síntomas como dolor de cabeza, que reportan los comuneros.
Rechazo a la falta de voluntad de diálogo
Cano Pomayay cuestionó a la Minera IRL SA por no comunicar a las comunidades campesinas sobre el estado de contaminación de las aguas y calificó de desidia la actitud de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), para hacerse presente en la zona.
Por esta razón, la dirigente Luz Goyzueta Soto demandó el cese inmediato de las actividades extractivas de la empresa, el pago de la deuda social a las comunidades campesinas de Chongos Alto, la remediación ambiental y la presencia y transparencia en el diálogo entre Gobierno Regional, Minera y las comunidades.
Con información de Huancayork Times e Infoandes.