El 15 de diciembre de 2022, el asesinato de 10 ciudadanos ayacuchanos mientras protestaban en exteriores del aeropuerto de Huamanga, en Ayacucho, causó indignación en diversos sectores de la sociedad civil, a tal punto que se exigía identificar a los responsables de este lamentable hecho. Sin embargo, a casi un año del hecho, no se ha podido dar con los responsables, hasta este miércoles, cuando se reveló un informe de las Fuerzas Armadas que brinda luces sobre la presunta identidad de algunos de los perpetradores.
Pues, resulta que de acuerdo a un documento, al que tuvo acceso en exclusiva el medio La Encerrona, de la Inspectoría del Ejército, se consignan declaraciones de una serie de jefes de brigadas del Ejército implicados en estos asesinatos. Entre las declaraciones figuran del capitán EP Víctor Grados Rivas, destacado junto a su brigada en el aeropuerto de Huamanga, quien reveló los hechos denunciados en un intento de ser eximido de toda responsabilidad.
“Mi general, los responsables que saben quiénes son asuman su responsabilidad como tal y dando la cara y diciendo la verdad y no queriendo tomar otros nombres, haciendo quedar mal a otras patrullas todo para que ellos queden libres de todo; cuando hay responsables quienes son los verdaderos en haber salido a los exteriores del aeropuerto y haber disparado a quema ropa contra la turba de manifestantes”, se lee en el documento al que accedió el periodista Ernesto Cabral.
Pero las declaraciones de Grados Rivas no quedaron ahí. De acuerdo al portal digital, las acusaciones de disparos a quemarropa fueron respaldadas por él mismo en preguntas posteriores, cuando reveló que “sí hay verdaderos responsables”, los cuales pertenecían a “las patrullas que se quedaron y salieron a las afueras del aeropuerto”.
Exculpación, impunidad e injusticia
El informe también precisa las afirmaciones de otros miembros del Ejército, como es el caso del teniente Jimmy Vengoa Bellota, quien habría sido uno de los efectivos que abandonaron las instalaciones del Aeropuerto y salieron a las calles de Ayacucho a disparar civiles. Su responsabilidad en el marco de los asesinatos implica a dos de las diez víctimas fallecidas aquel 15 de diciembre.
No obstante, en las conclusiones, Marín Saldaña detalló que “no estaba probado que los heridos y/o fallecidos mencionados en los medios de comunicación social y en las redes sociales hayan sido producto del accionar de los integrantes de las patrullas de las Fuerzas Armadas”; pese al amplio registro fotográfico y audiovisual que existe sobre el caso de los asesinatos que incluso fueron plasmados en un reportaje periodístico de IDL-Reporteros, que le permitió ganar premios hace poco.
Mientras que en el caso específico del teniente coronel Jimmy Vengoa Bellota, el informe concluyó que solo habría incurrido en una “infracción leve” por “haberse aislado de su equipo sin autorización”. La Encerrona denunció también que durante meses el Ejército intentó encubrir la existencia de este documento en el que aseveraban que “no se había iniciado ningún proceso de investigación en las dependencias consultadas”. Pese a ello, el documento salió a la luz.