El pasado sábado 20 de enero, la presidenta Dina Boluarte viajó a la ciudad de Huamanga, Ayacucho, para cumplir con una serie de actividades junto al gobernador regional de dicha región, Wilfredo Oscorima. Sin embargo, la visita de la mandataria a dicha región no era como lo esperaba, debido a que se topó con un grupo de personas indignadas por el asesinato de 10 ciudadanos ayacuchanos en las protestas en contra de su Gobierno entre el 15 y 16 de diciembre del 2022.
Apenas a una hora de su llegada, diferentes videos registraron el rechazo hacia Dina Boluarte y su presencia en la ciudad de Huamanga.
Con proclamas en su contra como: “¡Dina asesina!”, “Maldita” y “Ayacucho te repudia”; la presidenta fue recibida en la principal ciudad de dicha región entre sonrisas y agradecimientos. Su salida del evento en Huamanga estuvo marcada por intentos de agresiones en su contra.
Confiada por la presencia de la PNP, la mandataria, que se encontraba al lado de Wilfredo Oscorima procedió, sonriente, a lanzar caramelos y premios hacia la población que la rodeaba, en las mismas calles en las que un año atrás las Fuerzas Armadas intervenían bajo mandato respectivo a la ciudadanía.
Agresión a Dina Boluarte por parte de viuda de una víctima de la matanza en Ayacucho
Pese al contingente policial que custodiaba a Dina Boluarte, dos mujeres lograron llegar hasta la presidenta. Una de ellas fue Ruth Bárcena Loayza, quien es presidenta de la Asociación de Víctimas y Heridos del 15 de diciembre de 2022 en Ayacucho y viuda de Leonardo David Ancco Chacca, por cuya muerte es investigadaBoluarte por la Fiscalía de la Nación.
De acuerdo a un video recogido por las cámaras de Canal N, al promediar las 2:00 p.m., se puede apreciar como Bárcena, vestida con una casaca de color guindo claro, se aproxima con toda naturalidad hacia la presidenta Dina Boluarte, logra evadir el cerco policial, estira la mano y toma a la mandataria por la camisa.
En ese mismo instante, una segunda mujer, aún no identificada y de polo azul, se aproxima a la presidenta en dirección opuesta a la de Bárcena, estira el brazo y toma a Boluarte por los cabellos, en un jalón que se hizo claro para las cámaras de televisión.
Tras la agresión, ambas mujeres y un chofer que las acompañaba fueron retenidos por la Policía Nacional del Perú; no obstante, al saberse la condición de Bárcena, las fuerzas del orden optaron por liberarla y en la actualidad se encuentra a buen recaudo.
“Mataron a mi esposo, ¿voy a estar tranquila yo?”, aseveró la viuda tras ser liberada por la policía. Si bien en la actualidad no se ha registrado algún acto que pueda atentar contra la integridad de la joven madre, diferentes miembros del Gobierno han aseverado que buscarán actuar con todo el peso de la ley contra ella; por lo que no se descarta una próxima denuncia en su contra por el delito de lesiones leves con la agravante de que se habría efectuado a una autoridad elegida por mandato popular.
Reacciones al suceso en Huamanga
Tras la difusión de las imágenes, el Gabinete Ministerial de Boluarte, el cual, incluido el primer Ministro, Alberto Otárola, mostraron su rechazo hacia el acto de agresión, condenándolo y reiterando que no es un hecho que respalden.
En su pronunciamiento señaló: “Condeno y rechazo la agresión que sufrió la presidenta Dina Boluarte hoy en Ayacucho, durante una actividad oficial. Este lamentable hecho puso en peligro la integridad de la jefa de Estado y esto es gravísimo. Con violencia, perdemos todos como país. En una democracia debe primar siempre el diálogo, y no pueden suceder estos hechos lamentables. No hay justificación alguna para agredir una mujer”.
No obstante, este comunicado generó una serie de críticas respecto a las acotaciones del titular de la PCM, pues diversos líderes de opinión aseveraron que esta manera de referirse hubiera sido más adecuada durante el periodo de conflicto social en el que se asesinaron a casi 50 peruanos en regiones como Ayacucho, Puno, Apurímac, Cusco, entre otras; más que ahora, ante una halada de cabellos en la región en la que la presidenta se presenta sonriente tras haber justificado las muertes deslizando la posibilidad de que los asesinatos eran hacia “grupos terroristas”.